Cada nota de esa melodía me sabe,
me expande.
Así sueno, me oigo.
Silbo entre los silencios de las letras,
buceo en ese mar perenne y frágil.
Me exhibo en sus balcones
sujetada por crisálidas,
En el ámbar ansío dispersarme.
Deseos convexos que se arriman,
y entre los acordes resplandecen
delineando laberintos en los bordes,
que sostienen las uniones con premura
del crepitar de cada nota,
y mientras araño en intervalos
el paladar que se me ofrece,
impiadoso,
truena el tiempo.
me expande.
Así sueno, me oigo.
Silbo entre los silencios de las letras,
buceo en ese mar perenne y frágil.
Me exhibo en sus balcones
sujetada por crisálidas,
En el ámbar ansío dispersarme.
Deseos convexos que se arriman,
y entre los acordes resplandecen
delineando laberintos en los bordes,
que sostienen las uniones con premura
del crepitar de cada nota,
y mientras araño en intervalos
el paladar que se me ofrece,
impiadoso,
truena el tiempo.
1 comentario:
siempre hay puentes...
:)
gracias
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